jueves, 30 de junio de 2022

1956




    Mientras investigaba los sucesos del año 1956 en el mundo, en Argentina y en nuestro pequeño rincón de Don Bosco, provincia de Buenos Aires,  surgieron algunas historias interesantes. 
    Entre lo más destacado del año en Argentina, encontré el nombre de Juan Manuel Fangio. Me sonó conocido, pero no significaba mucho para mí en aquel entonces.  
    Fangio ganó cinco veces el Gran Premio de Argentina y el Campeonato Mundial de Fórmula 1, récord que ostentó durante 46 años.
    Entiendo mejor el significado de la victoria de Fangio ahora que vivo en el estado de Indiana, sede del Indy 500, las 500 Millas de Indianápolis, también conocidas como "El espectáculo más grande de las carreras de autos.    

    Otra sorpresa fue que la película Rebelde sin causa (1955) se presentaba en Argentina. Su protagonista: James Dean, murió en un accidente automovilístico poco antes del estreno de esa, su película más célebre. Ganó dos premios de actuación a título póstumo y se ha convertido en un icono de la rebeldía adolescente. 

    James Dean es un gran nombre en nuestro condado porque nació y creció aquí en el estado de Indiana.

    En el pueblo cercano de Fairmount, un gran festival anual lleva su nombre. Llegan visitantes de todas partes del mundo para honrar su memoria. Visitan la tumba, y el museo, la Galería James Dean.  

Su imagen y popularidad parecen crecer con el tiempo. Más recientemente, se instalaron dos gigantografías suyas: en Fairmount, donde creció y estudió; y en Marion su ciudad natal.    



      De la larga lista de aspectos históricos destacados, elegí algunos que me parecen significativos. 

  • 8 de enero - Operación Auca: Cinco misioneros asesinados por el Pueblo  Huaorani de Ecuador. 
  • 28 de enero - Primera aparición en televisión de Elvis Presley. 
  • 15 de marzo - Estreno de "My Fair Lady" en Broadway. 
  • 1 de mayo: Se pone a disposición pública la vacuna de Jonas Salk contra la poliomileitis. 
  • 30 de julio: Una resolución conjunta del Congreso de los Estados Unidos, firmada por el presidente Eisenhower, instala "En Dios confiamos" como el lema nacional de los Estados Unidos. 
  • 13 de septiembre: Se presenta la primera computadora comercial que usa almacenamiento en disco, la IBM 305 RAMAC. 
  • 15 de octubre: Fortran, el primer lenguaje informático moderno, se comparte con la comunidad de programación. 
  • 17 de octubre: En la partida del siglo, Bobby Fisher juega contra Donald Byrne y gana un premio en ajedrez. 
  • 13 de noviembre: La Corte Suprema de EE. UU. declara ilegal la ley de ómnibus segregados de Alabama, lo que puso fin al boicot a los ómnibus  de Montgomery. 

    El primer evento de la lista, se destaca en mi memoria por la magnitud de su impacto. Cinco jóvenes misioneros se propusieron llegar a una tribu no contactada hasta entonces en la selva tropical de Ecuador. Durante varios meses, volaron regularmente sobre el área y arrojaron obsequios que luego fueron correspondidos. El 3 de enero de 1956 acamparon en un banco de arena a orillas del río Curaray, a pocos kilómetros del pueblo que pretendían evangelizar. Sus esfuerzos llegaron a un final inesperado cuando los guerreros tribales los atacaron y ultimaron a lanzazos 



    Sin embargo, ese no fue el final de la historia en el libro de Dios. Las viudas de estos hombres no perdieron la esperanza ni cuestionaron la dirección de Dios para sus familias. Dos mujeres regresaron tiempo después y vivieron entre estos pueblos no alcanzados por el evangelio, y se convirtieron. Esto es lo que dijo uno de los asesinos años más tarde: "Nos portamos muy mal, muy mal, hasta que nos trajeron los relatos de Dios. Ahora andamos en Su sendero."


    Se han producido muchos libros, artículos y películas para representar el impacto resultante de este evento que sacudió al mundo y transformó un número incalculable de vidas. 
    Se repite con frecuencia una cita de Jim Elliott, uno de los cinco mártires: "No es necio quien da lo que no puede guardar para ganar lo que no puede perder."




    Mientras tanto, en nuestro rinconcito de Argentina, las rutinas familiares eran similares año tras año. Viajábamos a campamentos de veranoconferencias anuales. Papá también tuvo otras reuniones importantes en el interior del País relacionadas con la misión       
Lynn y yo asistimos a la escuela pública de marzo a noviembre. 
Clase de tercer grado de Lynn 

Un desfile patriótico de la escuela 
 
Mi excursión de 6to grado Museo de Ciencias Naturales de La Plata 28.9.56 

Foto de fin de año con mi maestra, la Srta. Dina Ballestrelli y otra maestra  

    Mamá siempre tenía sus manos ocupadas manteniendo nuestros guardapolvos (uniformes escolares) blancos y almidonados, además de las tareas domésticas y los ministerios de la iglesia. 

    Este fue el año del Templo. Papá estaba una vez más inmerso en un programa de construcción, y mamá siempre a su lado, incluso involucrada en la construcción real a veces. 

    Esta es la historia tal como la contó él en su discurso de despedida años después. 

Primera Etapa del Templo
    El cinco de julio de 1956 esta iglesia recibió un regalo de la Sociedad Misionera, el lote para su templo. La única condición era que los creyentes se encargaran de levantar el templo. Con este desafío, los creyentes pronto aprobaron un plano y en el mismo mes de julio con la ayuda de Francisco Sparta y el Sr. Fischer se marcaron los cimientos. Luego fueron cavados por algunos jóvenes, el pastor y su señora.


    Recordamos el 17 de agosto con gran placer porque unos cuantos amigos y hermanos de Mármol vinieron para ayudarnos a llenar los cimientos. Ancianos y jóvenes, mujeres y niños - todos trabajamos fuertemente y además de llenarse una parte de los cimientos, se pudo cavar para las bases de las tres columnas y armar el hierro correspondiente. Mirando una foto sacada el 17, descrubrimos que el baño quedó hecho antes de ese día también.




    Con la ayuda de unos jóvenes, especialmente el hermano Angel Díaz, se siguió trabajando hasta levantar las paredes a una altura que nos hizo sentir nuestra necesidad de un albañil y con él seguimos hasta techar. Recordmos con agradecimiento el amplio andamiaje que nos prestó el Sr. Escala cuando llegamos a ese punto en la construcción. 

 

    El día del techado tuvimos la colaboración de muchos. Por cierto, éramos pocos para hacer un trabajo tan grande y pesado, pero éramos unos cuanto más de lo acostumbrado.

 

Brethren Missionary Herald, 11.03.56

    Ya que se aproximaba la Navidad, nos fijamos la meta de inaugurar el templo con el programa de Navidad. Había tanto que hacer que era para deseperarnos, pero diariamente seguimos adelante. Terminamos de cortar el hierro para las ventanas y el Sr. Allessándria las armó. Nos pusimos a colocarlas mientras el Sr. Rocobertón hacía las puertas. Así hicimos una cosa tras otra pero se nos acababa el tiempo. Llegó la víspera del día para el programa y hasta tarde quedamos colocando vidrios. Faltaban las luces y no las pudimos conectar hasta unas horas antes del programa, y para hacerlo tuvimos que pedir la corriente a un vecino. ¡Pero entramos - diciembre 23, 1956! El templo estaba sin revoque, sin piso, sin contra piso, ¡ambiente perfecto para celebrar el nacimiento humilde de nuestro Salvador! 

Inauguración del Templo

23 de diciembre de 1956

    Miro al grupo reunido ese día y me pregunto a dónde llevó la vida a cada uno. Varios, lo sé, están en el cielo. Algunos de nosotros hemos vivido vidas plenas, agradecidos por la dirección y la fidelidad de Dios.     

    Mis padres dieron su vida en un trabajo incansable y creyeron que Dios daría la cosecha. 

    Me acuerdo de las palabras de Jesús: "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto (Juan 12:24)". 

Pachín