viernes, 30 de septiembre de 2022

1959


Aldo y Lynn Hoyt y el abuelo Hirschy
Chiclana 1074
Don Bosco,  Buenos Aires
Argentina

Para recopilar los acontecimientos del año 1959, recurrí a varias fuentes: fotos antiguas (lamentablemente, la mayoría de ellas no están etiquetadas); copias de cartas que le escribí a mi mejor amiga; notas de las cartas de mis abuelos y las de la "tía" Margaret a su familia; artículos del Brethren Missionary Herald; y una cronología de la Iglesia de los Hermanos en Argentina. 

La carta familiar de la abuela Hirschy fechada el 23 de enero de 1959 incluía una cita de mis padres: 

Sam y Kathryn escriben sobre los precios inestables de todo lo que hay allí, en Argentina. . . "Los pasajes de aquí a Río Cuarto subieron de 103 a 179 pesos. La gente está bastante perturbada. Nuestra Navidad transcurrió sin novedad... A Aldo le sacaron las amígdalas el 29 de diciembre. No tuvo ninguna dificultad y pudo hablar muy pronto. Confiamos en que rápidamente recuperará el apetito y tendrá más energía. Iván siempre tiene mucha energía, aunque se resfría y tiene diarrea con bastante frecuencia debido a sus dientes. Ahora, al año de edad ya tiene 10 o 12 dientes”. Cuánto desearía poder verlo y abrazarlo. Kathryn dice que es tan lindo... 

La cita continúa: 

“Lynn está en el campamento con otros tres niños de nuestra Escuela Dominical. Este próximo miércoles estarán en casa y nosotros iremos al campamento de jóvenes. Kathryn irá con Aldo, Ivan y Rita. Yo [Solon] intentaré dirigir los juegos y dar los devocionales matutinos". 

El campamento de niños fue del 6 al 13 de enero y el campamento de jóvenes del 15 al 23 del mismo mes. Esta fue la segunda vez que se usó el campamento recién adquirido. Las carpas, muy viejas, todavía estaban en uso. La construcción de estructuras permanentes comenzó más tarde ese mismo año, quizá eso se precipitó por un desastre ocurrido durante la última sesión de campamentos. Donald Bishop describió el suceso en el Heraldo Misionero del 6/06/59, "Camp Disaster in Argentina". 
Era jueves por la noche y estábamos en un lugar maravilloso
El Hermano Phil Saint estaba con nosotros este año, y después de la cena disfrutamos de los cantos dirigidos por el Hermano Solon Hoyt; luego vimos dibujar a Phil Saint y lo escuchamos predicar. Todos sabían que tendríamos una semana maravillosa por delante. 

El domingo por la tarde llovió; el lunes por la mañana también, así que a la hora del desayuno había barro por todas partes. Durante la segunda clase, dejó de llover y el sol comenzó a asomarse. Todos se sintieron aliviados, sabiendo que el sol secaría el campo de juego por la tarde. El Hermano Don Bishop estaba a la mitad de su clase sobre evangelismo personal cuando hubo una explosión en la carpa de la cocina. El piso de la cocina a kerosene se había reventado y unos 30 litros de combustible se derramaron sobre un quemador de carbón. Inmediatamente hubo otra explosión cuando el kerosene tomó fuego 

Apenas unos minutos antes había quince personas en la carpa, entre ellos niños pequeños. De alguna manera milagrosa, todos salieron antes de que comenzara el fuego y nadie resultó quemado. Las llamas crecieron y pusieron en peligro las otras carpas, pero el Señor había enviado la lluvia para humedecer la lona y salvarlas del fuego. Cada año, estas viejas carpas se pintan con una solución de cera de abejas para impermeabilizarlas, pero esto hace que la lona se torne muy inflamable. En unos tres minutos no quedaba nada de la carpa ni del equipamiento de la cocina, excepto: mesas carbonizadas; platos, tazas, tazones de plástico derretidos; cucharas torcidas; lámparas de gas arruinadas; y un caos general, por no hablar de la bandeja de albóndigas ennegrecidas sobre lo que quedaba de una mesa. Mientras raspábamos y restregábamos, había muchos con ojos y corazones llenos de lágrimas. Se llamó a la tercera clase y el hermano Saint adelantó la suya.  

Mabel Devesa, Rita Hoyt, Norma Fontana

Las fotos prueban que estuve allí. Sin embargo, no tengo ningún recuerdo de aquel desastre. Y me pregunto cómo nos las arreglamos durante el campamento con una cocina deteriorada. Quizás algunos de estos campamentistas lo recuerden. 

En febrero, durante el fin de semana de Carnaval, se realiza la conferencia anual en Río Cuarto. Luego, en marzo, comienza el año escolar. Lynn y Aldo asistieron a la escuela primaria en Don Bosco, y yo empecé la escuela secundaria, aunque detrás de la mayoría de mis amigos habiendo perdido un año mientras estuvimos en los Estados Unidos. 

De las tres o cuatro opciones, elegí el curso que habilitaba para ser maestra de escuela primaria. 

Escuela Normal Mixta de Quilmes Almirante Guillermo Brown

En una carta a mi amiga Mirtha, le escribí:  

Unos días antes que comenzaran las clases me llegó una nota diciéndome que me presentara al colegio. Yo no sabía por qué y me asustó un poquito pero cuando llegué sabés para que era? Para decirme que podía elegir el idioma que quería . . .inglés no quería estudiar porque sería aburrido así que al final me quedé con FRANCÉS SIN LATÍN.

Releer estas cartas escritas cuando era adolescente es una experiencia humorística, casi embarazosa. Mirtha y yo compartimos sentimientos sobre nuestros enamoramientos adolescentes. Dimos nombres en clave a todos nuestros amigos y compartimos anécdotas divertidas. Usamos un lenguaje tonto, muy florido y nos disculpamos profusamente por la tardanza en responder. Por lo tanto, a menudo, las largas cartas de varias páginas pueden reducirse a muy pocas páginas de información objetiva

Por mi carta del 29 de junio supe que la visita de mi abuelo fue en julio de ese año. Tenía fotos de ese momento especial pero no sabía dónde encajaban. (En una publicación anterior escribí sobre su visita en febrero de 1953). 

La semana pasada, mi prima Kae, quien es bibliotecaria archivera de una universidad y además guarda los documentos históricos de la familia Hirschy, me proveyó las cartas que el abuelo escribió durante ese viaje.

Esta ocasión fue muy diferente. En lugar de servir como capellán en un crucero, viajó por aire para visitar a familiares y amigos misioneros en seis países diferentes: Barbados, Jamaica, Trinidad, Brasil, Argentina y Perú. 

Me sorprendió especialmente leer una nota en la que instó a la abuela que volara a Buenos Aires para reunirse con él allí, e incluso le dio instrucciones detalladas sobre qué dinero usar para financiar el viaje. "Madre, ven a Buenos Aires para encontrarnos allá. Te haría bien conocer estos lugares". 

El abuelo llegó a Buenos Aires el miércoles 15 de julio a las 18:00 horas. La abuela nunca se animó a cumplir con esa directiva. 
Rev. Norman Hirschy

El 17 de julio, el abuelo escribió: 
Mi querida querida compañera, 
Aquí estamos de nuevo, hoy estuvimos cenando en un restaurante en el centro de Buenos Aires. Agradable lugar. Comimos todos por solo alrededor de u$s 3.50, creo. Aquí, las cosas son más baratas en algunos aspectos y más caras en otros. Todos estamos bien. La casa me parece fría, parece que las estufas no funcionan bien. Espero que las arreglen. 
Anoche hablé en la reunión de oración. Había 18 presentes. Solon tradujo. Son buenos cristianos. Uno puede notar, por el espíritu y el amor, cómo aman al Señor. 

Domingo por la mañana (8:30) La familia recién se está levantando. Ivan está aquí en el sofá, todavía en pijama. Está mirando fotos. Es un chico feliz, activo y muy curioso.
Solon y yo nos levantamos temprano y acabamos de orar juntos.
Llovió y tronó anoche. Espero que el día sea un poco más lindo hoy. Últimamente no he podido sacar fotos. Saqué algunas de un funeral ayer. Un coche fúnebre tirado por caballos y un carro de flores. Dos caballos para el carro y cuatro caballos para el coche fúnebre, todos negros. Los conductores llevan sombreros altos. 

 Ivan escribió al dorso de tu carta [en rojo]. Abuela (abuela). Me llama así en lugar de Abuelo. Habla más español que inglés... ¡Será posible!   

Garabatos de Ivan
Domingo de tarde. Todos, excepto Kathryn, están descansando. Kathryn está leyendo. Descansé un poco pero no pude dormir mucho. Estaba pensando en la lavadora, todavía no la han conseguido. Humanamente hablando, parece una pérdida de unos 350 dólares. 
Esta nota me trajo el recuerdo de la lavadora secadora detenida en la Aduana porque papá no admitía dar coimas, que al parecer es lo cultural y necesario. Nunca conseguimos ese aparato. 
Bueno, mañana por la mañana tenemos que levantarnos temprano. Necesito estar en el aeropuerto al menos a las 6:30. Se tarda unos 30 minutos para llegar hasta allí, así que tenemos que salir de aquí alrededor de las 4:45.  
 

20 de julio de 1959

Estamos en el aire, a unos 6000 metros de altura, viajando hacia Lima. Esta mañana a las 4:45 salimos de la casa de Solon y Kathryn en su Ford modelo A, rumbo al aeropuerto. Llovió toda la noche y algunas calles estaban inundadas, una vez casi se ahogó el motor. Tardamos demasiado para hacer una distancia de aproximadamente 35 km. Finalmente, a unos tres o cuatro km. del aeropuerto, el motor se detuvo: suciedad en la entrada de combustible. Encontré un ómnibus para llegar al aeropuerto. Tenía puesto el abrigo de Sam, ¿qué hacer con él? Al rato apareció Kathryn que había tomado otro ómnibus. Pronto llegaron Solon, Aldo y Lynn, porque habían logrado poner en marcha el auto y, al menos, vieron partir el avión. Rita e Iván se quedaron en casa. Fue difícil dejarlos.  

 Las vacaciones escolares de invierno siguieron poco después con más visitantes aún. 
 Don Bosco, Argentina—Durante sus recientes vacaciones de mitad de año, seis estudiantes del Instituto Bíblico realizaron unas reuniones de cuatro días en nuestra iglesia. Resultó de mucha bendición. Se valoró especialmente los variados talentos musicales del grupo. El pastor Solon Hoyt, el misionero de Don Bosco, también se hará cargo de José Mármol durante la licencia de los Maconaghy, supervisando el trabajo que estará a cargo de dos de nuestros graduados del Instituto Bíblico de Argentina. (Noticia en The Brethren Missionary Herald, 5.09.59) 
Tener a estos jóvenes en nuestra casa generó una dinámica interesante con cierto joven que me pedía que tocara el piano para él en repetidas ocasiones. Le escribí a mi amiga Mirtha sobre todo esto pidiéndole su consejo, ya que era dos años mayor que yo. Le pedí a mi papá que le llevara la carta porque viajaba a Almafuerte para dar clases en el Instituto Bíblico. Creo que por su gran preocupación paternal decidió tener una charla seria conmigo cuando volviera a casa.

Es posible que así hayan comenzado las dificultades por las que pasé mientras crecía entre dos culturas y nacionalidades. Hoy en día a este grupo se nos denomina Third Culture Kids (Hijos de una Tercera Cultura), porque no encajamos perfectamente en ninguna de las dos culturas. 

Hice amigos en la escuela ese año. Curiosamente, después de varias décadas, algunos de nosotros nos hemos comunicado gracias a Internet.  

El año escolar terminó en noviembre. Luego comenzó el agitado ciclo de verano de las Escuelas Bíblicas de Vacaciones, el programa de Navidad, las sesiones de campamento y la conferencia anual. 

Le escribí a mi querida amiga Mirtha el día después del programa de Navidad al que asistieron unas 105 personas. 

Todo salió muy bien . . . en especial el drama "La Navidad de un preso",  bastante largo pero muy lindo. La Sra. Fischer se ocupó de dirigir el drama y vos vieras qué bien lo hizo. . . sabía justamente la expresión que teníamos que darle y los gestos. Cómo se trata de los tiempos de Cristo teníamos que estar vestidos de acuerdo con la época. Éramos 16 personajes y a todos nos supo vestir perfecto especialmente a las mujeres judías. Ella misma trajo muchas de las vestimentas y alquiló el traje para el soldado romano porque era muy complicado para hacer. Cómo se preocupó también por la parte espiritual, nos explicaba a nosotros que teníamos partes con más mensaje que lo hiciéramos bien claro y fuerte porque era lo más importante . . . Yo tuve que hacer de ángel.

Así concluyen mis hallazgos y recuerdos de 1959, un año más de la fidelidad de Dios a pesar de nuestros fallos e insuficiencias. 

Pachín