viernes, 14 de mayo de 2021

La mudanza a La Carlota

Escudo--Coat of Arms




La búsqueda de un lugar para vivir continuó en La Carlota, un pueblo mucho más pequeño a 112 kms al sureste de la ciudad de Río Cuarto en la provincia de Córdoba. Viajamos allí para visitar a la otra familia misionera de nuestra Denominación, los Dowdy: Paul, Dortha y sus hijos. Como escribe mi mamá: Nos trataron como reyes mientras estuvimos allí. 

El agente inmobiliario contratado en Río Cuarto para buscarnos una casa no tuvo éxito. Mientras tanto, papá anotó: El 16 de febrero, el hermano Dowdy y yo buscamos una casa en La Carlota y encontramos una, después de un día y medio. . . Es un lugar muy lindo con cuatro habitaciones, un baño, cocina, lavadero, dos cocheras, un gran patio y una especie de pasillo ancho. El alquiler es de 70 pesos o u$s 17.50 mensuales. Alabamos al Señor por esto y esperamos mudarnos alrededor del 20 de febrero. Mamá agregó: Nuestra nueva casa en La Carlota tiene un patio grande, bonito y con sombraLa casa era de un médico que conservó su consultorio en el frente. 

 


En ese momento, mis padres esperaban vivir en La Carlota durante un año más o menos mientras aprendían el idioma. Papá agregó: Aunque todavía no decimos mucho en español, entendemos más y más cada día.
 

Durante nuestra visita, el hermano Dowdy nos llevó a dos pueblos más pequeños que visitaba regularmente: Santa Eufemia y Los Cisnes. Papá comentó: El trabajo parece muy interesante, pero no veo cómo lo hace todo. ¡Parte hacia esos lugares alrededor de las 4 o 5 de la tarde y no vuelve a casa hasta la medianoche…! 

En Los Cisnes, contrataron a una señora para que enseñara a mis padres, Clara Debanne, una de las creyentes que vivía allí. Muy talentosa. . . habla inglés con fluidez, . . . puede darnos el mejor significado y connotación de las palabras.
 

El grupo de La Carlota nos brindó un servicio de bienvenida en el patio de los DowdyKathryn y yo dijimos algunas palabras. Toqué mi instrumento. El hermano Dowdy leyó las Escrituras y mostró algunas fotografías de los Estados Unidos. Parecía maravilloso ver muchas caras de varios amigos, pastores y parientes.
  

Quizás papá sintió una punzada de nostalgia, pero no por mucho tiempo. Su siguiente comentario fue: Estamos disfrutando de Argentina y estamos muy ansiosos por establecernos para poder poner todo nuestro empeño en el aprendizaje del idioma. Creemos que hay un gran futuro para nosotros aquí. 

Sobre el viaje de regreso a Río Cuarto, mamá escribió: Rita se portó peor de lo que la había visto jamás. La mitad del viaje lloró. Por lo general, llevo leche, pero como rompió su mamadera y el viaje era de sólo dos horas y media, decidimos que podíamos hacerlo. ¡Qué momentos pasamos...! Nos recibieron en la estación de ómnibus y nos llevaron en taxi, un carruaje tirado por caballos, a la estación de la misión. Cuando llegamos, se tomó tres vasos de leche.
 

El día antes del viaje, nuestro equipaje había llegado desde Buenos Aires y en su mayor parte estaba sin abrir. La máquina de coser llegó bastante bienMamá agregó, sin embargo, que el mimeógrafo estaba golpeado en cuatro o cinco lugares y se necesitaría un poco de paciencia y trabajo para ponerlo en marcha.
 

Luego, el 16 de febrero, mis padres descubrieron la vida política local. Mamá dijo: Anoche dormí sólo unas pocas horas, ya que enfrente de nuestra casa se estaban preparando para una gran reunión política. Construyeron una gran plataforma para dos de los candidatos: Tamborini y Mosca. ¡Si estos dos hombres asumen el cargo, habremos visto al presidente y al vicepresidente de Argentina! A las 6:30 de la mañana comenzaron a disparar bombas de estruendo para anunciar la reunión. Eso duró hasta las 7:15. Se pueden imaginar cómo sonaba a unos pocos metros de distancia… 

 

El 24 de febrero Papá escribió: Hoy fue el día de las elecciones. Supongo que aquí, esos sucesos siempre se llevan a cabo en domingo. El país está muy tenso. Probablemente, esta elección haya despertado más interés que cualquier otra en muchos años. Cuatro partidos han combinado sus candidatos para derrotar a Perón. 

 

Recién llegados, mis padres no se habían formado una opinión sobre el mejor candidato. Papá no sabía qué era lo mejor, pero oró para que haya más libertad para el evangelio. ¿Quién ganó las elecciones? Perón. 

Juan Domingo Perón fue un oficial del ejército que se unió a un golpe de Estado en 1943 contra el gobierno. Su popularidad e influencia crecieron rápidamente, debido a las medidas que tomó para ayudar a la clase trabajadora cuando fue nombrado secretario de trabajo. Posteriormente se convirtió en ministro de Guerra y vicepresidente. En octubre de 1945, sin embargo, fue derrocado y encarcelado en un golpe liderado por civiles y oficiales de mentalidad católica ultraconservadora. 

Su carismática amante, Eva Duarte, inspiró un levantamiento de los trabajadores, que obligó a su liberación el 17 de octubre. Esa noche se dirigió a una multitud desde el balcón de la Casa de Gobierno y prometió la victoria en las próximas elecciones presidenciales. Cuatro días después, se casó con Eva, conmemorada en el musical "Evita" y "No llores por mí Argentina". 

 

Años después vi imágenes de Juan y Evita en cada aula y me uní al alumnado cantando la Marcha Peronista. He aquí una muestra de lo que recuerdo hasta el día de hoy, aunque toda la canción tiene nueve estrofas. 

 

Los muchachos peronistas  

todos unidos triunfaremos  

y como siempre daremos  

un grito de corazón:  

¡Viva Perón! ¡Viva Perón!  

 

Mientras los argentinos decidían el rumbo de su nación, mis padres se preparaban para toda una vida de servicio. 


Algo de lo poco que trajeron consigo en cuanto a mobiliario resultó dañado. El mueble de la máquina de coser sufrió algunos rayones, pero el mecanismo estaba perfecto. Los platos, sin embargo, sufrieron más. Se rompieron unas 15 piezas diferentes. La estufa de leña tenía una pequeña grieta en la base, sin importancia. Papá se lamentaba más por el mimeógrafo y dijo: El cilindro tenía algunas abolladuras y varios ejes estaban doblados. Trataré de hacerlo funcionar. Sé que mi increíble “Manitas” (papá), tuvo éxito porque recuerdo que cuando era niña ayudaba con muchos proyectos de mimeografía. 


Como había mejores precios en la ciudad, papá y mamá fueron a comprar muebles a Río Cuarto. Negociaron por un juego de comedor y anotaron el precio. Cuando fueron a retirarlo, el vendedor quiso 100 pesos más y al final se negó a vender. Pudieron comprar un juego de dormitorio que constaba de una cama, una cómoda y un ropero. 
 

El lunes 18 de febrero, el camión cargado con todas nuestras posesiones iba delante nuestro. Viajamos con los Dowdy, que habían venido a la ciudad para un tratamiento dental. Papá escribió, A las seis de la tarde teníamos todas nuestras pertenencias en el nuevo hogarEl martes compramos un juego de comedor. . . una mesa, seis sillas y dos aparadores. . . bastante bonito y por 420 pesos. Conseguí un escritorio por 50 pesos. También compramos una heladera, un calentador a gas de kerosene y también una pequeña mesa de cocina sin pintar y dos sillas de cocina. Una cocina a kerosene estará aquí dentro de 10 a 15 días. Lo siguiente que queremos es una lavadora eléctrica. Cuestan $ 200 por lo que debemos esperar. Estoy haciendo un pequeño mueble de cocina para Kathryn y pronto haré otro. 

 

Cuidar a nuestros hijos en las mejores condiciones presenta ciertas dificultades, pero lidiar con el primero, una niña de veintiún meses, durante la transición a una nueva vida en un lugar nuevo y una cultura extranjera, agrega un desafío adicional. Mamá y Papá, al igual que muchos padres jóvenes, mostraron alternativamente buenos conocimientos, pero también cometían errores.
 

Mamá no había tomado en cuenta los molestos insectos del verano y notó que yo estaba toda salpicada de picaduras de mosquitos.
 

También mencionó: Las últimas noches, Rita ha estado llorando hasta quedarse dormida desde que le quitamos la mamadera. Desde mi perspectiva actual como abuela, pregunto: - ¡¿Qué?! ¿Me quitaron la comodidad durante una época de transición de la vida? 

 

Luego relata otra escena: Anoche estaba sentada en la pelela cuando se durmió. Fue muy divertido verla sentarse y dormirse. Repito - ¡¿Qué?! ¿Aprendiendo a ir al baño tan temprano, durante una gran mudanza e incluso riéndose de mí? 

 

La vida también tuvo sus momentos divertidos: Recibimos el número de enero del National Geographic y lo disfrutamos mucho. Le dijimos a Rita que la abuela y el abuelo lo enviaron y durante mucho tiempo se sentó a hojear una página tras otra. La suscripción a National Geographic fue el regalo de Navidad de mis abuelos para todos sus hijos misioneros cada año.  

 

 

Al final, mis padres creyeron y confiaron de todo corazón en la promesa bíblica: "Dios mismo será tu guía, y te ayudará en todo; él jamás te abandonará. ¡Echa fuera el miedo y la cobardía! (Deuteronomio 31 8 TLA)" 

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Pachín