martes, 30 de noviembre de 2021

Vida en la casa grande


Primera foto de familia con Aldo

Mientras estaban de licencia, mamá trató de describir su vida diaria en Argentina en un artículo titulado “La vida de la esposa de un misionero”.
     

    Una querida amiga vino a verme el otro día con una larga lista de preguntas sobre nuestra vida en el campo misionero y me llevó a darme cuenta de lo mucho que ustedes en este país, están interesados ​​en lo que hacemos todos los días. Las cosas que se han convertido en algo común para nosotros, para ustedes son extrañas. Estas son las respuestas a algunas de sus preguntas y espero que respondan también a las que ustedes puedan hacerse. 

 What is our daily routine?

    Nos levantamos a las 07:00 h en punto, nos vestimos rápidamente (si es invierno) para estar listos cuando llega el lechero alrededor de las 7:30. Viene con su caballo y su carro, nos vende  la leche que saca de su gran tarro lechero y sigue su camino por el pueblo. Luego ponemos la leche en la cocina para que hierva, y en poco tiempo desayunamos café con leche, pan y mermelada. La mayoría de los misioneros han adoptado esta costumbre de comer tales desayunos por conveniencia y porque no podemos comprar cereales fríos aquí.     
    Después de lavar los platos, comienza el trabajo. Se deben lavar todos los pisos y sacar el polvo. El viento literalmente cubre los pisos de polvo y suciedad y si vamos a vivir como seres humanos debemos estar siempre detrás de la escoba y el trapo. He visto días en La Carlota en los que cinco minutos después de quitar el polvo, los pisos y muebles quedarocubiertos nuevamente con un fino polvo blanco.    
    El apuro por preparar el almuerzo comienza enseguida después de que la casa ha sido limpiada y desempolvada. Digo almuerzo porque, generalmente, tenemos la comida más grande al mediodía. En ese momento, el verdulero con su carro ya ha pasado  y todas las verduras están esperando ser limpiadas. Los abrelatas se usan poco aquí. La carne se compró temprano en la mañana en el mercado a unos u$s 0,15 el kilo. Compramos todos los días excepto los domingos para que la carne se conserve frescaEsperamos que rápidamente, si el Señor quiere, podamos conseguir una heladera y así ahorrar tiempo y energía.  

     Intentamos lograr un rato de descanso después del almuerzo. Lo que aquí se conoce como la hora de la “siesta”, pero muchas veces ese es el único momento que tenemos para escribir cartas, remendar, leer, etc. A las 15:00 en punto debemos ponernos en camino. Comienzan las visitas o debemos ir a un pueblo vecino con el altoparlante. Vamos y venimos por las calles de la ciudad durante aproximadamente dos horas reproduciendo discos del Evangelio, leyendo porciones de las Escrituras o dando breves mensajes del Evangelio. Durante el trayecto, repartimos tratados y los invitamos a la reunión vespertina. De regreso a nuestra sala de reuniones comemos algo que llevamos preparado y a las 21:30 en verano y a las 20:30 en invierno comienzan nuestros servicios. Aproximadamente a las 22:30 o 23:00 guardamos nuestro equipo, nos apilamos en nuestro auto (no un Buick del 51, sino un Ford Modelo A) y saltamos por los caminos de tierra volviendo a casa.  

    Lo primero que hacemos cuando llegamos a casa es correr al agua. No hay agua caliente, pero no nos importa, necesitamos volver a estar limpios. Esto me recuerda que queremos expresar nuestro agradecimiento a las damas de la WMC por hacer posible que pronto tengamos un calefón a querosene. Cada vez que abramos el agua caliente, pensaremos en ellas. Aproximadamente a las 24:00 en punto estamos listos para acostarnos, cansados ​​de cuerpo pero felices de alma.
¿Enviamos a nuestros hijos a la escuela?
    Por mi propia experiencia he encontrado que las escuelas argentinas no son muy satisfactorias. Envié a Rita a una escuela pública durante aproximadamente dos semanas, pero vi que no estaba llegando a ninguna parte. A los maestros no se les permite castigar a los niños. La voz de los maestros suele ser muy ronca. Me resultaba divertido pasar frente a una escuela y escuchar a los maestros gritar por encima del ruido del aula tratando de hacerse oír. Un día, Rita llegó a casa diciendo que un niño amenazó con patear a la maestra... Al ver que el ruido y la confusión en el aula era tal que no podía aprender, decidimos enviarla  a un maestro particular. Esto resultó ser muy satisfactorio. 

    Le enseñé su primer grado en inglés como pude, con el uso de un juego de libros, cuadernos de trabajo, etc., que mi maestra de primer grado me dio cuando supo que tendría que enseñarle a Rita. Cuando regresemos, esperamos continuar con el tercer grado en el curso Calvert. 

¿Cómo son los comercios? 
    Muchas veces hemos pensado en los supermercados de autoservicio y deseamos que los argentinos introduzcan ese tipo de negocios. Por la mañana salimos a comprar nuestros víveres: El pan lo compramos en la panadería, la manteca en otro negocio, la carne en el mercado, el bicarbonato de sodio, crémor tártaro, etc., en la farmacia y las verduras en la verdulería, cuando no tenemos un verdulero que pase por la puerta. En lugar de ir a un negocio, vamos a cinco… 
¿Hace frío? 
    La temperatura en invierno ronda el punto de congelación, lo que no hace que sea lo suficientemente baja como para la nieve, pero sí lo bastante fría como para hacernos querer estar junto a la estufa de leña o querosene. Nuestras casas son casas de estilo español con una habitación tras otra en una larga fila, todas abiertas al patio. Con tal disposición, es imposible calentar la sala de estar y la cocina. Agradecemos cada manta que podemos ponernos cuando nos vamos a la cama en nuestras frías habitaciones. La calefacción central y los tipos de distribución de casas de América del Norte apenas están comenzando a llegar a las ciudades más grandes. (The Brethren Missionary Herald, 1.05.52) 

    Fue interesante leer que me habían enviado a la escuela por poco tiempo. No conservo ningún recuerdo de esa experiencia. Sin embargo, estoy muy agradecida que un tiempo después volvieron a enviarme a las escuelas públicas donde pude aprender mucho y hacer amigos.  

    Las cartas de la tía Margaret agregan muchos detalles coloridos a los últimos meses en que nuestras  dos familias vivieron juntas en la casa grande. No todos son halagadores, sin embargo le dan un toque de realidad a la vida misionera.     

Domingo, 16 de julio de 1950: 
     Acabamos de levantarnos de una pequeña siesta. . .  
    Me alegra ver que se ha levantado un poco de brisa. . . Nuestro suministro de agua depende de molino de viento y si la brisa no es lo suficientemente fuerte para bombearlo, nos quedamos sin agua. Sin embargo, en tal caso, los Hoyt tienen una canilla que trae agua de otro lado, por lo que nunca estamos completamente sin ella.
    Kathryn y los niños también han estado descansando y me alegro. Los chicos nunca duermen la siesta y Kathryn no descansa. Yo creo que debería, considerando lo pronto que llega su bebé. Los chicos la ponen bastante nerviosa. Estos últimos dos o tres días han estado vomitando a menudo. Sam suele no estar en casa.  Uno de los pueblos tiene una iglesia sin pastor y los hombres se turnan atendiendo el púlpito allí. Tuvo que salir de aquí ayer por la mañana alrededor de las 8:30 y no volverá hasta mañana por la tarde. Seguramente Kathryn no quería que se fuera. . . Es bueno que podamos estar aquí con ella cuando Sam no esté, porque el bebé podría llegar en cualquier momento. Tienen un teléfono en la casa, pero parece que la van a quitar pronto. Muy poca gente los tiene. 
    Espero que podamos terminar de ubicarnos antes de que nazca el bebé para poder adaptarme a cocinar en este país. No sé cómo me las arreglaré cuando tenga que hacerlo todo. . . 
    Estamos un poco más asentados que la semana pasada, porque nuestros muebles finalmente llegaron el miércoles. Sam y Jim no estaban en casa ese día porque tuvieron que hacer trámites para la Misión, así que KathrynDorothy y yo tuvimos que hacernos cargo. Quise que quedaran en la estación hasta la mañana siguiente, pero Kathryn insistió en traerlos por lo que conseguimos un hombre que tiene un camión para ir a buscarlos.     Fuimos a la estación para mirar cómo hacían el trabajo, tratando que tuvieran el mayor cuidado posible. Luego, cuando llegaron, ayudamos a descargarlos. Kathryn y Dorothy ayudaron a desarmar los cajones, a pesar de mis protestas.
    Así que ahora tenemos nuestro dormitorio completamente  arreglado, y el comedor ya es otra habitación nuestra. 
    Margaret dibujó un plano de la casa para ayudar a sus lectores a visualizar su alojamiento. 

    Ayer, Jim y yo fuimos a hacer las compras para Kathryn ya que Sam no estaba en casa, y no estuvo mal. Kathryn nos hizo una lista de lo que quería. Imagino que tendremos que hacer eso por un tiempo. La gente es amable y parece comprender nuestra situación. 
    En este punto debo insertar una anécdota divertida que recuerdo. Esta es mi versión: Tío Jim practicó la palabra que necesitaba todo el camino hasta el negocio, y luego se olvidó, así que dijo, con un acento norteamericano muy fuerte: "Quiero carne del animal que dice . . . (aquí gruñó como un cerdo) ". 
     Jim, Rita y yo fuimos a la escuela dominical esta mañana. La tos ferina ha golpeado a varias familias. A Kathryn la aburre muchísimo quedarse en casa, y es una lástima que tenga que hacerlo ahora, porque pronto tendrá que estar confinada por un tiempo apenas nazca el bebé. 
    La bicicleta que tenemos nos ha venido bien. . . la casa aquí está bastante lejos del centro de la ciudad. Es un paseo fácil, pero cuando estamos apurados, la bicicleta es algo bueno. El coche de Sam (pertenece a la misión) está en mal estado y tiene que estar en el garaje la mayor parte del tiempo, por lo que probablemente también él ha de usar la bicicleta. 
Domingo, 13 de agosto de 1950: 
    Estamos en medio de una terrible sequía. Ayer fue bastante ventoso, ¡y cómo sopló! Yo había decidido hacer un gran lavado de dos semanas. Ya había comenzado antes de que el polvo se volviera tan denso. No colgué nada hasta las 7:00 de la noche. A las 10:30, la mayor parte estaba bastante seca . . . Los Hoyt tienen un calefón de agua arreglado para que en el lavado se pueda usar agua caliente. Supongo que lo usaremos ya que es posible que no estemos aquí por mucho tiempo más. También estamos usando sus piletas. No me gusta usar demasiado sus cosas, pero a ellos no parece importarles. 
    ¡Todavía no llega el bebé!  Kathryn espera que cada día sea su último en ese estado. Imagino que he de tener que asumir el control. No me importará cocinar, pero me preocupan los chicos. Por supuesto, Sam estará aquí parte del tiempo y los levantará por la mañana. Nunca duermen la siesta y ella los deja ir a dormir a la noche en el sofá de la sala de estar o en una silla y luego los pone en sus propias camas cuando ella y Sam se van a dormir. Por lo general, no se acuestan antes de las 21:30 o 22:00 h. 
     Esta semana conseguí un buen asado de ternera que nos dio carne para unas cuatro comidas. ¿Luego, adivinen lo que tuvimos ayer y hoy? ¡Nutria! Hay una granja de nutrias cerca de aquí. Los Hoyts compraron una  y nos dieron  la mitad porque querían que la probáramos. Es una carne suave,  algo así como cerdo y, sin embargo, tiene un sabor algo salvaje como el conejo. 
Sábado por la noche, 19 de agosto de 1950:
    Esta noche invité a los Hoyt para que vengan a cenar mañana. Lo siento por ellos. El bebé aún no ha nacido y, naturalmente, se están impacientando. Sam se ha quedado en casa toda la semana, falta a las reuniones, solo para estar seguro de estar aquí cuando llegue  el momento. Imagino que Kathryn se siente bastante incómoda; ella dice que tiene dificultades para moverse. Esta noche Lynn derramó toda la leche por el suelo, así que me hice cargo de la situación y repuse el litro. 
    ¡Polvo, polvo, polvo! ¿Les dije que el verano pasado Argentina tuvo la peor sequía de su historia?; la cosecha de maíz fue un fracaso, y este clima seco que estamos experimentando es solo la continuación. Sam dijo que no ha llovido durante un año. Nos han dicho que el ganado está muriendo por falta de pastos. . .  
    Fue una semana de vacaciones por el centenario de la muerte del general José San Martín, el "George Washington" de Argentina. . . El jueves hubo un programa en la plaza del pueblo y todos los escolares desfilaron, inauguraron un busto del General, y alguien pronunció un discurso. 
    Otra noticia interesante es que llegaron gitanos a la ciudad. Evidentemente esto sucede de vez en cuando. . . Han levantado unas siete u ocho carpas andrajosas en un terreno baldío cerca de nuestra casa. . . Van por la ciudad tratando de vender ollas y sartenes, ofrecen leer las palmas de las manos, pidiendo dinero y cigarrillos. . . 
    Intentamos escuchar las noticias en la radio que el señor Carranza nos prestó. Podemos conseguirlas en inglés todas las noches. Es terrible escuchar nada más que informes de guerra. 
P.D .: Lunes al mediodía 
Sam y Kathryn acaban de salir para "comprar un bebé" como dicen aquí. Rita y Lynn se quedaron ayudándome con los platos. Todos estamos contentos de que finalmente el bebé esté en camino. 
Domingo, 27 de agosto de 1950: 
    Esta es una tarde de domingo muy agradable. Nos alegró tanto cuando el viento empezó a soplar antes de la cena, ya que habíamos estado sin agua durante un par de días. ¡Es peor que el polvo que recibimos cuando sopla el viento. . . Anoche la luna era tan bonita!  prácticamente llena. Jim y yo nos paramos en la galería (que es como un porche) y la miramos por un ratito. Sam no cree que tengamos más frío realmente. 
    Kathryn y el bebé llegaron a casa ayer por la tarde. Ella parece estar bien, pero me temo que trabaje demasiado. Dice que se siente bastante fuerte. El bebé es muy lindo. . . nació el pasado lunes por la tarde a las 15:20. A las 13:30 de ese día, Kathryn estaba sentada a la mesa del almuerzo; ya habían visitado a la partera y les dijo que sería entre las 14:00 y las 15:00, así que se fueron de aquí alrededor de la 13:45. Me alegré de que Sam tuviera la oportunidad de comer antes de la gran experiencia; ella no comió nada . . . Sam regresó a buscarnos y vimos al bebé cuando solo tenía una hora. Fue una hermosa experiencia. 
    Cocinaba toda la semana y no me importaba demasiado. Luego nos quedamos con los niños. Nos quedamos con Lynn todo el día mientras Sam iba a Río Cuarto a dar sus clases en el Instituto; se llevó a Rita con él. Realmente disfrutamos de Lynn; se portó muy bien y se fue a la cama sin ningún problema, lo que fue un alivio para mí. Él no dormía la siesta, pero lo dejé en la cama y se quedó allí sentado durante una hora. Tuvo un buen descanso de todos modos. Nos divierte a todos con las cosas que dice y la forma en que las dice. . . sus ojos están un poco bizcos, pero creo que es el niño más simpático que he visto en mi vida.  

 

    El viernes los tuvimos parte de la tarde y toda la noche; fuimos caminando para ver a Kathryn y al bebé después del almuerzo. Durante la noche, Rita se enfermó y todavía no se siente bien. Me apenaba que se sintiera así cuando Kathryn llegara a casa. Probablemente no deberíamos haber caminado para ver a Kathryn, es una caminata larga, y Rita estaba bastante cansada por el viaje a Rio Cuarto el día anterior. 
    Disfruté cocinar en la cocina de los Hoyt porque tenía el horno. Todos los días hacía un postre en el horno: un budín de limón, un pastel de duraznos, un budín de cabaña y un pastel blanco para Kathryn cuando llegara a casa. Y hoy: ¡¡Helado de crema!!  lo hicimos en el congelador de los Hoyt. No siempre se puede conseguir hielo en invierno, pero pudimos hacerlo hoy. A Sam le gustó mucho. Usamos un poco de crema batida muy espesa que aquí se consigue casi todas las semanas. Sam nos compró la comida argentina que comen siempre los domingos y la disfrutamos. 
    La vida ahora estaba muy llena. Entonces, hay muy pocas fotos de  Aldo cuando era bebé. Esta primera es una de mis favoritas. 
La hora del baño del bebé y los hermanos adoradores. 

Sábado por la noche, 10 de diciembre de 1950:  
    Imagínense, ¡la Navidad estará aquí en solo dos semanas! Hemos recibido más cajas. . . Ciertamente todos se han portado bien con nosotros. . . Estábamos tan encantados con los libritos de la serie "Golden Books" que nos enviaron para regalárselos a Rita y Lynn. Son tan lindos y sé que les van a encantar. Tienen tan pocos libros, y los miran una y otra vez y una vez más, y parecen disfrutarlos mucho. 
     El martes pasado por la noche, Jim y yo planeamos un picnic americano en homenaje de las dos chicas que estaban aquí enseñando en la Escuela Bíblica. . . Hice helado para la ocasión. . . Sam y Kathryn realmente parecieron disfrutarlo, y las chicas también. 
Domingo, 18 de diciembre de 1950: 
    Sam ha estado ayudando a Lynn Schrock a realizar una serie de reuniones en Río Cuarto. Él se fue el jueves por la mañana y las reuniones durarán hasta el próximo sábado. Es un poco difícil para él estar fuera todo el tiempo, porque Kathryn realmente tiene las manos muy ocupadas con los tres niños. Sin embargo, llegó a casa esta mañana para estar aquí para el servicio esta noche. Entonces supongo que volverá mañana.  
    ¿Les conté que voy a invitar a los Schrock y a los Hoyt para la comida de Navidad? 
Lunes, 25 de diciembre de 1950: 
    Bueno, nuestra primera Navidad en Argentina casi ha terminado, y fue realmente muy agradable. Sin embargo, no puedo decir que pareciera Navidad. Creo que ayer y hoy fueron los días más calurosos que he experimentado. 
    Pero, a pesar del clima, fue un buen día y me alegro de tener a la gente aquí. Creo que todos se relajaron más de lo que lo han hecho durante mucho, mucho tiempo. Kathryn parecía disfrutarlo especialmente y se merece un descanso.
    Después de la comida, nos sentamos en nuestra sala de estar, hablamos, miramos fotografías, cantamos villancicos, luego abrimos algunos regalos. Miss Nielsen trajo algo para todos y luego los Schrock y los Hoyt dieron regalos a los hijos de la otra familia. Los cinco chicos se portaron realmente muy bien durante todo el día. Por cierto, es más divertido en Navidad tener chicos alrededor. 
    Jim y yo abrimos todos nuestros paquetes anoche. Vaya, qué surtido de regalos . . . un pañuelo muy bonito que le di a Kathryn porque era del color adecuado para su pelo rojo. Y les dimos regalos a los Hoyt que parecieron apreciarlos mucho, porque simplemente no podían darse demasiados lujos. Los niños disfrutaron muchísimo sus libros y Jim les hizo una hamaca que les gustó mucho. 
Miércoles, 3 de enero de 1951: 
    Sam y Lynn Schrock están llevando a cabo una reunión en la carpa aquí esta semana. Significa una reunión todas las noches, a partir de las 21:30, por lo que normalmente son las 23:00 o las 23 :30 antes de que lleguemos de vuelta a casa . . . Jim sale todas las tardes alrededor de las 18:00 para usar el sistema de altoparlantes por la ciudad anunciando las reuniones y reproduciendo discos del evangelio. Esto le lleva alrededor de dos horas. Luego tenemos una reunión de oración todas las tardes para orar por las reuniones.  Estamos hospedando a toda la familia Schrock. Llegaron el lunes por la mañana y se van el jueves por la noche después de la reunión. 
    Este es el cumpleaños de “Lynny Boy”; tiene tres años hoy. Fuimos después del almuerzo para verlo apagar las velitas. . . Los niños lo están pasando en grande esta semana con Becky y Normy Schrock aquí. 
    Tendremos que mudarnos en marzo, porque decidieron tener el Instituto Bíblico aquí el próximo año, en lugar de Río Cuarto, y eso comenzará en abril. Los Dowdy van a vivir aquí cuando vuelvan de Estados Unidos en marzo, así que tanto los Hoyt como nosotros tendremos que mudarnos antes. A los Hoyt les toca tomarse una licencia, pero se han ofrecido a permanecer seis meses más para que haya alguien en cada pueblo donde tengamos un trabajo establecido. 
    Los Schrock les regalaron tres conejitos a Rita y Lynn para Navidad. Los perros [salvajes] entraron en el corral una noche y se comieron a uno de ellos, y la noche siguiente se comieron los otros dos. Es una pena que no los hayan puesto en un lugar más seguro porque Rita y Lynn los disfrutaron tanto… 
Viernes, 19 de enero de 1951: 
    Los misioneros tuvieron una breve reunión de Consejo el día que regresamos del campamento, ya que todos los hombres, excepto Sam, iban a estar en Río Cuarto. Había que decidir si los Hoyt se quedarían seis meses más antes de regresar de licencia a EEUU. Parecía mejor que se quedaran, y los Hoyt estaban dispuestos. Los Hoyt y los Maconaghy se van a mudar a Río Cuarto durante el mes de marzo, y nosotros nos trasladaremos a Corral de Bustos.
     Así termina la narrativa de la vida cotidiana en la casona según extractos de las cartas de la tía Margaret.  

    Hay un recuerdo que se ha quedado conmigo todos estos años. 
 

    Estaba sola en el patio trasero. Uno de los hombres, que ayudaba siempre a papá y asistía fielmente a los servicios, llegó en bicicleta. Inocentemente, corrí hacia el portón para darle la bienvenida. Lo que hizo y dijo a continuación me resultó extremadamente raro, y estaba mal. ¡Así que corrí!     

    Hace unos años, cuando le leía a mamá sus viejas cartas, entendí por experiencia propia lo que mis padres no habían comprendido en esos primeros días. Papá escribió en su carta semanal del 14 de julio de 1946: 
    Ayer sucedió algo bastante extraño. Habíamos contratado a una chica para que nos ayudara en casa y pudiésemos practicar el español. En el transcurso de la conversación nos dijo que hace aproximadamente un año solía venir más gente a las reuniones . . . entre otras razones, asistía un hombre que les disgustaba, el Sr. C. . . 
 Luego, en la reunión de mujeres de la tarde, mientras las mujeres se despedían, la Sra Dowdy dijo "Hasta luego" a algunas de estas mujeres porque esperaba volver a verlas en la reunión de la noche. Pero ellas dijeron: "No, hace demasiado frío". Entonces la verdad salió a la luz dijeron que no les importaba venir a los servicios porque había un “animal” que asistía regularmente. Se referían a este Sr. “C”. 
    Algún tiempo después, encontré referencias similares en las cartas de los Marshall escritas unos años más tarde. 

    Escapé del incidente ilesa, mayormente perpleja.  Mi vida siguió feliz. No se lo dije a mis padres hasta mucho después y no recuerdo cómo surgió. Sin embargo, el recuerdo nunca me abandonó. 

    Ahora, en retrospectiva, me entristece pensar en aquellos a quienes perjudicó con su comportamiento corrupto. Estoy triste por su esposa y su familia. Estoy triste pensando en los ingenuos misioneros nuevos que él engañó.     

    Nuestro mundo está lleno de personas consumidas por pasiones desenfrenadas, algunas incluso profesando seguir a Cristo. Estoy profundamente entristecida por la caída de líderes cristianos y la difícil situación de sus víctimas.     

    Luego pienso en David en la Biblia, "un hombre conforme al corazón de Dios (Hechos 13:22)". ¿Cómo es eso posible cuando David cometió adulterio y luego planeó matar al marido de Betsabé? Se arrepintió de su pecado cuando fue confrontado por el profeta Nathan. El Salmo 51 expresa su profundo arrepentimiento. A pesar de que fue restaurado a comunión y el gozo de su salvación, sufrió consecuencias a lo largo de su vida: el hijo que nació de su unión con Betsabé murió. No se le permitió construir el templo porque había derramado sangre.    

    Nunca supe lo qué fue de la vida del Sr. C de La Carlota, pero el mensaje del Evangelio permanece: ¡Arrepiéntanse y sean salvos! 

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Pachín