1954

Lynn (6 1/2) by gospel poster

    Muy al principio de la obra, en el año '54, se hizo un poste con su correspondiente marco para carteles. La Sra. de Fischer pasó muchas horas preparando los carteles que solíamos poner allí. Solo la eternidad podrá revelar el bien eterno que se hizo con la siembra del Evangelio en esa forma. 

(Párrafo del mensaje de despedida de papá a la congregación en Don Bosco al finalizar sus diez años allí.)

    Siempre admiré la habilidad de la Sra. Fischer. Ahora, al mirar hacia atrás reconozco el tiempo y la dedicación que puso en esa forma tan creativa de compartir mensajes bíblicos. Cada cartel era una exquisita obra de arte. ¿Me pregunto cuántos hizo a lo largo de los años y dónde terminaron después? 

Mr. and Mrs. Fischer, Rudy and Mirta

    En otro párrafo, papá habla de un hito temprano. 

    En enero del año1954 tuvimos los primeros bautismos. Se hizo hacer una pileta de lona para usar en un pozo cavado de la misma medida. Por tener un patio más amplio y también algunos allí que pedían bautismo, se llevó a cabo en el patio de los Maconaghy en José Mármol. Así, los que se bautizaron eran: Sr. Rodríguez, la Sra., la Sra. de Ravera y Rita Hoyt.  

Margarita, Camilo y Graciela Rodríguez

Primer servicio de bautismo, en Mármol

    Hill y Dorothy Maconaghy fue la segunda pareja de misioneros que se radicó en el Gran Buenos Aires. Se instalaron en José Mármol poco después de regresar de una licencia en agosto de 1953. Ese fue su tercer período de servicio pues llegaron por primera vez a la Argentina el 28 de octubre de 1938. 

    El  22 de marzo de 1954 papá escribió sobre otro inicio importante, tres días antes - el comienzo de una clase vespertina en nuestra casa. 

    El viernes pasado por la noche tuvimos una reunión muy agradable aquí: fue nuestra primera clase del Instituto Bíblico. Vinieron 12, algunos, de hecho 4, que no esperaba. Hay otros en los que me gustaría interesarme y verlos trabajar como pastores más adelante. Estamos estudiando la doctrina de la Salvación, incluidas las doctrinas de la gracia, la elección, el llamamiento, la fe, el arrepentimiento, la conversión, la justificación, etc. Algunos de los estudiantes quieren extender el tiempo a dos horas semanales, así que creo que tomaremos Síntesis bíblica o el Análisis de algún otro libro. Esto significa mucho trabajo para mí porque olvido muchos de estos detalles tan rápido como los estudio. Pero me hace bien y ayuda en todos los sentidos.     

    Papá, siempre ocupado con sus manos, también comentó: 

    El hermano Maconaghy estuvo aquí hace un rato para llevarse más de las sillas que hicimos para sus reuniones. En total fabricamos 45 sillas plegables, 20 para aquí y 25 para Mac. Son toda una bendición para nosotros porque nuestros cuartos son tan reducidos que todo tiene que ser plegable. Nos gustaría tener un conjunto de estantes para libros. . . pero parece que no podemos encontrar ningún lugar para la biblioteca.

    Los misioneros en Buenos Aires recibían con frecuencia visitantes del interior: creyentes de otras congregaciones; misioneros y pastores que venían por compañerismo o necesitaban hacer trámites  en la capital; y cualquier recién llegado de los EE.UU. 

    El 31 de marzo, fuimos en familia a conocer a una nueva pareja misionera, Don y Hazel Bishop y la pequeña Gail. Llegaron en el mismo barco en el que habíamos venido nosotros, el S.S. Argentina. 

    Mientras tanto, la cotidianidad familiar y los eventos especiales continuaron. El 23 de marzo de 1954 tuve mi primer examen anual de piano que consistía en ir con la profesora en tren al Conservatorio Santa Cecilia de la Capital, esperar mi turno para entrar sola a la sala de exámenes, tocar mis piezas de memoria y esperar la decisión del jurado. Me avanzaron al segundo año, aunque llevaba menos de un año tomando lecciones semanales. La profesora vivía cerca, a la vuelta de la esquina de nuestra casa. ¡Ojalá pudiera recordar su nombre! Si pudiera preguntarle a Lynn, lo sabría. 

    17 de mayo Papá escribió una nota que revela la naturaleza exuberante del pequeño Lynn, que en ese momento tenía seis años.   

    Lynn empezó a estudiar piano esta mañana. Estamos tan satisfechos con la profesora de Rita que quique comenzara con Lynn también. Simplemente está emocionado. Si continuará o no, el tiempo lo dirá. Estaba muy ansioso para ir a su primera clase esta mañana. Desde poco antes de las 8 cuando se levantó, no dejaba de preguntar cuándo se suponía que debía irse. Finalmente a las 10  menos 20 se fue. 

    Ambos habíamos renovado nuestros estudios de inglés siguiendo el Curso Calvert. Mamá trató de pasar tres horas ayudándome y una con Lynn. Por las tardes, yo asistía a la escuela primaria local, La Escuela 42, y estaba en cuarto grado, equivalente a quinto grado porque el llamado primer grado se repartía en dos años en primero inferior y primero superior.     

    Mamá también cosía nuestra ropa. Papá escribió: "Kathryn ha estado ocupada cosiendo un traje para Lynn, pantalones largos para Aldo y un vestido para Rita. Como hemos estado tratando de salir todas las tardes para ir de puerta en puerta, se pueden imaginar lo ocupada que ha estado últimamente". 

    Mamá se sintió especialmente agradecida cuando uno de los muchos visitantes, una costurera capacitada, rehizo un abrigo viejo para ella. La Sra. Rosetti era una querida amiga de La Carlota, convertida durante el ministerio de papá y mamá allí. 

    Por segundo año, la Sra. McLeish, quien nos había hospedado en su pensión cuando llegamos por primera vez a Buenos Aires, invitó a mis padres a cantar y tocar para las ancianas del Hogar Brittish American de Quilmes. Hablaron y cantaron muchas canciones en inglés y fueron invitados a regresar. Entre los muchos himnos estaba el de las noventa y nueve ovejas. Unos días después, el pequeño Aldo estaba coloreando un dibujo del pastor que salió al desierto en busca de su única oveja perdida y mamá escribió lo que sucedió después: 

    Vino a mí y me dijo: "Mamá, ¿qué parte de la canción habla de la ovejita en el desierto?" (Había escuchado a su papá cantar esa canción la semana anterior). Saqué el himnario y le leí el himno hasta que llegamos a la frase que dice "Mas una sola sin pastor
por la montaña va. Del buen redil se apartó, y vaga en triste soledad." Luego dijo: "Pero, mamá, eso me hace llorar". Empezó a llorar y hasta que recortamos la ovejita y la pegamos bajo el brazo del pastor no se calmó. Que corazones tan tiernos tienen los pequeños…”    

    Pasé unos días leyendo decenas de cartas que me ayudaron a comprender nuestra vida en 1954, dentro del contexto de la misión de La Iglesia de los Hermanos en Argentina en aquel entonces cuando yo tenía apenas diez años. Además de las de mis padres a sus familiares y amigos, tenía un recurso adicional prestado--la abundante correspondencia de Jim y Margaret Marshall.      

    A medida que leía, sentía en ellos un cansancio y un desánimo crecientes, casi al borde del colapso. Estos siervos persistieron en hacer la obra misional tal como la conocían, compartiendo fielmente el mensaje del evangelio en cada oportunidad, recorriendo los pueblos más de una vez, entablando conversaciones y relaciones significativas, pero todo con tan poco fruto.

    Jim escribió en octubre de 1953: "El trabajo es muy duro a veces. La gente muestra muy poco interés en las cosas espirituales. Se aprovechan de todo lo que tenemos para ofrecer materialmente, pero no están interesados ​​en abandonar sus pecados y vivir para Cristo. ... están atados a sus supersticiones y tradiciones." Y el 10 de mayo de 1954: "Viene tan poca gente que uno se desanima.

    En otra ocasión, en tono de broma, dijo: "Le pedí a Margaret que aguantara un poco más. Quizás sería mejor si yo tuviera un ataque de nervios primero."

    Mi padre en una carta a Jim, le confesó sentimientos similares : "Estoy tan desanimado que a veces es difícil preparar mensajes".

    Durante algún tiempo, Jim Marshall consideró seriamente la posibilidad de no regresar a la Argentina después de que terminara su mandato.     

    Las condiciones espirituales enumeradas para Argentina en 1954 confirmaron lo que estaban aprendiendo. Aquí hay algunos datos: 

• Argentina fue considerada por las juntas misioneras como el campo misionero menos fructífero del hemisferio occidental. 
• El espiritismo dominaba en muchas ciudades y pueblos, y las iglesias no lograban establecerse en esas comunidades. 
• El ocultismo se apoderó de millones, influyendo en todos los niveles de la sociedad. Los cristianos frecuentaban curanderos en busca de remedios para sus enfermedades cuando no tenían dinero para la medicina convencional. 
• El catolicismo romano, siendo la religión oficial del estado, discriminó severamente a las iglesias protestantes. A los protestantes a menudo se les prohibía hacer uso de la radio y la televisión para transmitir sus mensajes. Tampoco podían obtener permisos para realizar grandes campañas de evangelización.     

    Sin embargo, ese año se produjo un acontecimiento de magnitud sin precedentes que “quebró la espalda a la rígida resistencia argentina al testimonio evangélico” (según el misiólogo y estadístico Arno Enns). 

    Papá y Jim mencionaron la campaña de Thomas Hicks en sus cartas. Sus comentarios despertaron mi curiosidad, así que investigué un poco. La historia del evangelista sanador estadounidense Tommy Hicks (1909 – 1973), me pareció fascinante. 

    En 1952, aún desconocido, cuando Dios le dio una visión imagen de América del Sur como un campo de trigo listo para la cosecha. No se lo comentó a nadie, pero sí escribió en su Biblia las palabras proféticas que recibió, que le decían en forma poética que después de dos inviernos iría a ese país, no por barco, ni por tierra, sino como vuela un pájaro. Tres meses después, la palabra de Dios le fue confirmada cuando alguien a quien no conocía, repitió esas palabras exactas en una oración. 

    Un grupo de pastores pentecostales y de la Alianza Misionaera estaban organizando una campaña evangelística en Buenos Aires en 1954. El evangelista elegido tuvo que declinar, por lo que Hicks fue invitado a ocupar su lugar. 

    En el aeropuerto de Los Ángeles, él y sus amigos rogaron a Dios por una cosecha de 50.000 almas. Durante el vuelo, un nombre persistíaen su mente. Le preguntó a la azafata si conocía a alguien de nombre Perón. Ella le informó que Juan Perón era el presidente de Argentina. Cuando se reunió con el comité de evangelización que organizaba la campaña, les informó de dos requisitos previos: 1. Quería tener una reunión con el presidente Juan Perón y 2. Conseguir un estadio que pudiese albergar al menos a 25.000 personas.     

    El comité organizador consideró estas sugerencias disparatadas, absurdas e imposibles. En obediencia a la directiva de Dios, Hicks fue con su intérprete a la Casa Rosada y pidió reunirse con el Ministro de Culto. Cuando todo parecía perdido, el secretario del ministro entró cojeando en la habitación. Hicks preguntó si podía orar por él, a lo que el hombre respondió: "Si Jesucristo mismo estuviera aquí, no podría sanar esta pierna". Sin embargo, Tom oró, el hombre se curó instantáneamente e invitó a Hicks a regresar al día siguiente para una audiencia con el presidente. 

Presidente Juan Perón

Tommy Hicks con el Presidente Juan Perón

    Cuando fue conducido a la presencia del temido líder, explicó que quería realizar una campaña de salvación y sanidad en un gran estadio, con cobertura de prensa y radio. El presidente Perón padecía una enfermedad persistente de la piel tan notoria que ya no permitía fotografías. Tommy Hicks oró por él y el poder de Dios sanó de inmediato la condición de la piel de Perón. 

    Así fue como todas las solicitudes de Tommy fueron concedidas: 

1. Uso del Estadio de Atlanta con 45.000 asientos 
2. Acceso gratuito a la radio y prensa estatal 
3. Libertad para predicar donde quisieran. 

    Los servicios comenzaron el 14 de abril con solo 6,000 asistentes. Durante cincuenta y dos días se predicó el Evangelio todas las noches seguido de oraciones por sanidad. Las multitudes llenaron el estadio y se desbordaron en las cuadras circundantes por lo que la campaña se trasladó el 22 de mayo al estadio Huracán con una capacidad mucho mayor. Se vendieron miles de Biblias y Nuevos Testamentos. 

    La denominación cristiana de los Hermanos siguió creciendo, a pesar de que tenían sentimientos encontrados sobre las inclinaciones teológicas de Tommy Hicks. Décadas más tarde, Argentina todavía está cosechando los beneficios del derramamiento del Espíritu Santo en 1954. (1954 Argentina Revival) 

    Cada gran avivamiento es precedido por un período de oración extraordinaria.  

    El avivamiento de 1949 (1949 Argentina Revival) fue la chispa que preparó el camino para el de 1954. 

    Dios en Su meticulosa soberanía había llevado a Jim Marshall, a cargo de la programación para el campamento de ese año, a elegir Avivamiento como tema. 

Clama a Mí, y Yo te responderé, y te mostraré cosas grandes y ocultas, que tú no conoces.

(Jeremías 33:3 NVI)