miércoles, 14 de septiembre de 2022

1958: Retorno a la Argentina

Introducing Ivan Wayne Hoyt

Nuestro regreso a Argentina en agosto de 1958, fue el momento de presentar al nuevo miembro de la familia que ya tenía ocho meses. Nos fuimos enterando como era la Argentina de 1958, qué estaba sucediendo en la política, en el campo religioso, en la misión de los Hermanos y en Don Bosco. 


Apenas unos días después de nuestra primera llegada a la Argentina en el año 1946, se llevaron a cabo elecciones nacionales y fue elegido Juan Domingo Perón. Nuevamente en 1952, el año después de nuestra primera licencia, fue votado y triunfó con una mayoría aún mayor. Curiosamente, fue la primera vez que votaron las mujeres. Otra nota de interés: La toma de posesión del segundo mandato de Perón fue la primera en ser televisada. Sin embargo, una serie complicada de eventos lo obligó a dejar el cargo. Renunció y buscó asilo en Paraguay en septiembre de 1955 y estuvo exiliado durante casi dos décadas. 

Ahora, en 1958, mientras nos preparábamos para regresar por tercera vez, el presidente interino había convocado a elecciones nacionales. Los veinte millones de argentinos entraron en un período de oposición y represalias contra el régimen anterior que siguió a una temporada política complicada y muy polarizada. 

Llevo días leyendo sobre ese período de la historia argentina, fascinada por las complejidades que nunca habría entendido ni me habrían interesado de adolescente. Incluso ahora, se me hace demasiado complejo entenderlo completamente y me pregunto cómo ese clima político habrá afectado la obra del Evangelio. 

Con respecto a la escena religiosa en Argentina, papá escribió un artículo, "La batalla en muchos frentes en Argentina", enumerando los diversos grupos que actuaban allí en aquel momento. (Brethren Missionary Herald, 4.01.58)  

Una vez le preguntaron, si en la Argentina existen sectas falsas, y probablemente papá pensó: "Sin duda esta persona tiene instalada la idea de que en la Argentina reina el catolicismo...". Luego citó, de una revista católica (The Sign), la nota; "Qué católica es América Latina": 

(1) El ochenta por ciento de la población profesa el catolicismo, pero, siendo generosos en el cálculo podemos decir que sólo el diez por ciento lo practica.

 (2) La Iglesia Católica es fuerte y tiene vitalidad en Argentina, México, Costa Rica y Colombia; mientras que está muriendo en Bolivia, Ecuador, Paraguay, Brasil, Panamá, República Dominicana, Honduras y Haití. 

En su artículo, papá pasó a comentar su experiencia con miembros de las sectas falsas: 
He visto y hablado con muchos de sus seguidores y simpatizantes. En el Gran Buenos Aires están presentes y activos. 
Una y otra vez los Testigos de Jehová invadieron nuestro vecindario. Seis u ocho jóvenes cultos y bien vestidos recorrían cuadra tras cuadra vendiendo regalando su literatura. . . 
El movimiento de la Ciencia Cristiana no es tan grande ni tan activo, pero hacen saber a la gente que están presentes. . . 
El espiritismo es muy popular. Sus reuniones multitudinarias en el Luna Park (lugar que correspondería al Madison Square Garden) son bastante frecuentes. Varios de nuestros vecinos eran fieles seguidores. . .  
Los mormones están activos en todo el país. En el suburbio de Buenos Aires donde servimos por última vez estaban trabajando constantemente jóvenes "americanos" bien vestidos y con sombreros. . . Buscan entrar en las casas. . . Gustan de orar con la gente. . . Dejan un folleto haciendo arreglos para recogerlo cuando lo hayan terminado. . . Ofrecen cursos de inglés gratis a cualquier persona interesada. . . 
El modernismo también ha hecho sus incursiones. . . y se convierte en un problema cada vez mayor para los que estamos cerca de Buenos Aires. 
Un culto de los más peculiares y conocidos en nuestra zona se llama "La Iglesia Nueva Apostólica". . . Su apóstol mayor es algo así como el Papa. Parece tener plena autoridad y dice tener contacto con el arcángel Gabriel, del que recibe un mensaje cada semana... luego se lo entrega a los sub-apóstoles quienes lo proclaman en sus respectivas congregaciones... tienen poco que ver con la Biblia... 

¿Qué había sucedido entre los Hermanos en Argentina durante nuestra ausencia? 

¡Se inauguró el campamento recién adquirido! El de niños se llevó a cabo del 7 al 14 de enero, seguido por el de jóvenes, desde el 16 al 24 de enero. Este video preparado en 2018 para celebrar los 60 años, destaca las bendiciones, así como las edificaciones y mejoras a lo largo de los años. 

Un nuevo miembro se sumó a las familias misioneras, Marilyn Ruth Churchill nació el 21 de abril. Tristemente no se encontraba bien y vivió solo un año. Con la esperanza de encontrar ayuda, la familia se dirigió a los EE. UU. a fin de año, pero el bebé murió poco después. 

La familia Schrock regresó de la licencia y se mudó a Córdoba para establecer una iglesia y abrir un centro de transmisión de radio en la gran ciudad de medio millón de habitantes. 

Hugo Félix Di Nardo & Francesca Ana Diedrich de Di Nardo

Hugo Di Nardo, un joven egresado del Instituto Bíblico, fue ordenado y se trasladó a General Cabrera con su esposa para hacerse cargo de la obra en ese pueblo. 

Nuestra familia, de seis ahora, tuvo el privilegio de regresar a Don Bosco, como explica papá: "Se acostumbraba en nuestra Sociedad Misionera remplazar al misionero por otro cuando le tocaba la licencia, y así solo permanecían cinco años en cada lugar. Nosotros regresamos al mismo campo misionero y estábamos agradecidos al Señor por el privilegio de poder seguir la obra iniciada en el año 1952." 

Papá escribió "Es trabajo construir una iglesia" (Brethren Missionary Herald, 3.05.58) para describir la obra en Don Bosco antes de irnos y lo que encontramos al regreso. 
Buenos Aires, Argentina, tiene un clima muy húmedo con algunos días oscuros y tristes. Debido al fenomenal crecimiento de la población, es muy difícil encontrar una casa excepto en nuevas urbanizaciones, sin pavimento ni siquiera con esa esperanza a la vista. En tales circunstancias, la pequeña iglesia se inició en Don Bosco, un suburbio a unos 13 km de la Gran Ciudad.  
Dado que todas las reuniones se llevaban a cabo en nuestra casa, limpiar el barro y la suciedad se convirtió en una experiencia cotidiana. . . Sin embargo, esas cosas no eran nada comparadas con nuestro deseo de que la gente viniera a escuchar el Evangelio glorioso. . . Algunos tenían que caminar por varias cuadras de barro para llegar a la reunión. Las veredas eran solo un estímulo ocasional en el camino, y, durante la mayor parte de nuestros cuatro años en ese lugar no hubo luces en las calles. Aprendimos a dar gracias a Dios por aquellos que tenían suficiente deseo como para venir. . . 
La necesidad de un lugar para reuniones era evidente, pero los obstáculos eran muchos. Papá explica: 
No teníamos lote para construir, costaban cerca de 65.000 pesos por lo menos. Sólo éramos unos pocos creyentes. . . Cualquier edificio pequeño costaría por lo menos otros 50.000 pesos solo de  materiales sin todos los detalles de terminación. Humanamente hablando, la tarea parecía imposible. 
Poco a poco nos animamos a comenzar. La Sociedad Misionera Extranjera accedió a comprar el lote si construíamos el edificio en él. . . pero ¿dónde podríamos conseguir dinero prestado para el edificio?. . . Los bancos no lo prestarían, ni las compañías de préstamos. No teníamos conexión personal para hacerlo posible. . . Así que decidimos empezar y llegar tan lejos como pudiéramos a medida que llegaban las ofrendas. 

Se compró el lote, se trazaron los planos, se cavaron y rellenaron los cimientos y la pequeña iglesia comenzó a tomar forma. Fue la alegría de mi corazón ver este lugar de culto tomar forma en una esquina prominente de Don Bosco. De sol a sol casi todos los días durante un año trabajé con ladrillos, cemento, cal, arena, cantos rodados y tierra. Algunos días el cansancio era intenso, pero la alegría, inmensa. . .  

El 23 de diciembre de 1956 es una fecha memorable ya que usamos la iglesia por primera vez. El piso era simplemente tierra apisonada, las paredes, ladrillos feos y toscos, la plataforma se hizo con la madera utilizada en el trabajo de cemento, clavada rápida y temporalmente. Fue una experiencia gozosa aunque quedó (y queda) mucho trabajo. . . 
El discurso de despedida de mi padre más tarde, después de diez años, agregó algunos recuerdos más a los meses que siguieron a la memorable inauguración. 

Enero 1957 hasta agosto 1957 

    . . . procuramos hacer solo lo indispensable en el templo para poder dedicarnos a la obra espiritual que habíamos descuidado casi totalmente. Se pudo hacer el contrapiso con la ayuda de unos creyentes de Wilde. Se terminó la torre y se hizo el sobretecho. Procuramos impermeabilizarlo pero tuvimos poco éxito. Durante un tiempo apreciable era necesario predicar con el acompañamiento de goteras y escoger bien un asiento para no dar la impresión al pastor que estaba esquivando sus retos cuando solo estaba haciéndose a un lado por las gotas d agua.

    Algunos recordarán mejor que otros las reuniones de semana santa del '57 con el Señor Schrock. El viernes santo, se bautizaban las señoras Allessandria y Devesa y también Roberto Spina, pero faltaba terminar el bautisterio y lo demás de la plataforma. Por fin, se pudo poner el bautisterio en condiciones de usar y hacer una tapa provisoria. Pero quedaba una caída de medio metro detás de la plataforma. El Hno. Schrock subió a predicar muy confiado porque dijo: "No me muevo mucho cuando estoy predicando". Pero en un momento de entusiasmo, dió un paso para atrás y pisó en el aire. Se hubiera caído al suelo si no se hubiera podido apoyar contra la pared.

Agosto 1957 - Agosto 1958  
Eunice Siccardi y Nélida Zannetti

    No podré decir mucho en cuanto a la obra durante el año de nustra ausencia. Dios levantó a dos señoritas, graduadas del Instituto Bíblico, para cuidar de la obra bajo la supervisón del Misionero Maconaghy. Estas personas se hicieron querer y dejaron su marca en la obra para la gloria del Señor. Varios hicieron profesión de fe, se bautizó la Srta. Mabel Devesa y seguramente hubo creciemiento de parte de los creyentes.

Acerca de los meses posteriores a nuestro regreso, papá escribió: "Tan pronto como llegamos, saludamos a todos y comenzamos a trabajar para terminar el templo . . . revoques, yeso, piso y mucho más". 

Sin embargo, tuvo cuidado de agregar la distinción entre el edificio material y la verdadera iglesia, los creyentes, como "piedras vivas" que forman el cuerpo de Cristo. 
Sí, es trabajo construir una iglesia. Pero el edificio material no es la iglesia y no edificará la iglesia. . . El Señor Jesucristo se ha comprometido a sí mismo con la edificación de Su iglesia, pero ha optado por usar a Su pueblo como instrumento en esta tarea. 

 

 Recordando el mensaje de graduación del Instituto Bíblico de 1952 años antes, la Sra. Schrock abrió su artículo "Sirviendo a mi Señor en el campo misionero" con estas palabras: 
Era tiempo de graduación en 1952 en Argentina. Los ejercicios se realizarían en Río Cuarto. Se le pidió al hermano Hoyt que diera el mensaje. El texto era Marcos 10:45: "Porque ni aun el Hijo del hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos". El punto que se aplica a cada uno de nosotros es que el Señor Jesús no vino a la tierra para ser esperado, para ser ministrado, sino para ministrar. Vino a servir. (Brethren Missionary Herald, 13.09.58) 
Aquí estábamos una vez más en nuestro amado Don Bosco preparados para servir. ¿Qué oportunidades, desafíos, cambios, bendiciones y dificultades nos esperaban en los próximos cinco años? 

1 comentario:

  1. Hola Rita! Que obra hermosa 💖 escribiste con la ayuda del Señor! Que El siga bendiciendo tus esfuerzos! Con cariño en Cristo, Alicia Peacock

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Pachín