martes, 28 de febrero de 2023

Fines de 1962

 


A fines del año 1962, esperábamos con ansias los grandes acontecimientos que se avecinaban en 1963 y analizamos detenidamente la última década.

Como familia, estábamos entusiasmados con la llegada de un nuevo integrante. Le escribí a mi querida amiga Mirtha:

¿Sabés una cosa . . . ? Voy a tener una hermanita (porque si es "to" lo devolvemos, ¡MENTIRA!) Si es nena, como deseamos todos que sea, se va a llamar RUTH (ANN?) HOYT. Si es nene, no sabemos cómo se va a llamar todavía. ¿Qué te parece?

Mi hermanita Ruth va a nacer más o menos en febrero fines o marzo prinicpio. 

Y tu sobrinito/ta, ¿cuándo? 

La mirada hacia atrás tuvo lugar el 10 de diciembre de 1962 cuando nuestra pequeña iglesia en Don Bosco celebró su décimo aniversario. Una campaña de evangelización bien publicitada condujo al evento, con reuniones vespertinas y tres horas felices para niños durante cinco días.

Julio Poncet diseñó un volante que distribuimos de puerta en puerta hasta que nos quedamos sin volantes y sin tiempo! Sin embargo, el pueblo estaba bien informado porque el anuncio, del tamaño de un cartel, estaba pegado en todos los lugares posibles. Le escribí a mi amiga sobre un suceso que vivieron nuestros compañeros durante los preparativos.

Los muchachos salieron varias veces a la noche y se quedaban hasta tarde 1 o 2 de la mañana pegando carteles . . . Pero, ¿sabés lo que les pasó a los muchachos pegando carteles? Resulta que Julio R. llevaba a Julio P. en la bicicleta, Lynn llevaba a Aldo, y Antonio, bueno no recuerdo bien pero creo que llevaba el engrudo. Antonio no sabe "montar" bien la bicicleta (como dice él) entonces ¡CRASH! un choque. Julio R., Julio P., engrudo y más engrudo, Antonio, bicicletas, barro, etc. etc. Julio P. lo único que hacía era reírse. Julio P. se ríe y se ríe y se le mueve todo el cuerpo. Te contagia enseguida. La madre nos contaba después que no podía ni contarle a ella lo que había pasado por la tanta risa que tenía.

Hago una pausa para mencionar un incidente relacionado. Los muchachos hicieron un trabajo tan intenso que prácticamente “tapizaron” la estación de trenes con los afiches. Esto motivó una queja del Jefe de Estación a mi papá.

Bueno, la campaña, no voy a decir que fue un fracaso pero sí fue una desilución muy grande. Trabajamos tanto tiempo y vinieron tan pocos. Los mensajes fueron hermosos. Bueno, pero estoy segura que muchos vecinos que son tan indiferentes escucharon el mensaje porque lo pasábamos por el parlante. El Señor sabe y sabemos que Su Palabra no volverá vacía así que yo creo que en el cielo veremos los frutos de esta campaña. 

Lo que fue realmente maravilloso en la campaña fueron las Horas Felices de 5 días que tuvimos en tres lugares del pueblo. Alcanzamos más o menos 100 chicos.  

Pastor Hoyt

Papá preparó y leyó un resumen de sus diez años en Don Bosco. Ya he compartido partes de este documento, pero pensé que podría interesarles leer la historia completa de la obra de Dios en un pequeño pueblo a través de siervos comunes e imperfectos.









No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pachín